El padre de Asunta: "Soy inocente y saldré con la cabeza muy alta"

Alfonso Basterra lleva un mes en la prisión de Teixeiro y ha concedido una entrevista a un antiguo compañero de "El correo Gallego", en la que insiste en su inocencia y argumenta que él no tuvo nada que ver en la administración de los fármacos a la niña. De hecho, indica que fue él el que alertó a los profesores de que la niña tenía somnolencia.

Basterra indica que "soy inocente por completo y no tengo absolutamente nada que ver con este caso. Lo repito, absolutamente nada que ver", según publica en su edición de hoy "El Correo Gallego" en una primera entrega de la entrevista realizada el pasado domingo en el centro penitenciario. Basterra continuó con la defensa de su inocencia y dijo que "lo voy a demostrar y voy a salr de aquí con la cabeza muy alta, porque no he hecho nada. Siento como si estuviera en una pesadilla infernal. Me repugnan muchas cosas que han ocurrido, que he sufrido". Por ello, reiteró "voy a demostrar a todos que me han juzgado sin conocerme de nada, que están confundidos, que deberían avergonzarse".

Respecto a la comida en su casa, previa a la muerte de Asunta, aclara que "si la niña tomó una superdosis de Orfidal que dicen, habría salido de casa casi moribunda, y no es así. Sobre las cinco y veinte de la tarde se fue con su madre caminando con total normalidad y no me quedé en casa durante toda la tarde, hasta que Charo (Rosario Porto) me llamó para comunicarme lo que había pasado". Para Basterra, lo realmente duro, una tortura, fue perder a Asunta. Lo demás se puede soportar, te lo aseguro", indicó a su interlocutor.

en este sentido, confesó que fue él mismo el que avisó a los profesores de Asunta que la niña tenía problemas de somnolencia: "No tendría que haberla llevado a clase, pero lo hice sin ocultar nada. La información con la que yo contaba en ese momento es que Asunta había tenido un brote de alergia y no le di mayor importancia al tema por una razón muy sencilla: yo mismo he tenido brotes así y sé perfectamente que los medicamentos suelen producir mucho suelo y un estado de atontamiento general".

Según el mismo diario, el periodista encarcelado ya se ha adaptado a la vida en prisión: "En el módulo de enfermería no se vive mal... me llevo muy bien con los compañeros y con los funcionarios no he tenido ningún problema. Para que te hagas una idea, esto es como un hostal barato".