miércoles, 11 de septiembre de 2013

¿Que pasó realmente el 11 - S?

Muchas, demasiadas contradicciones, hacen poco digerible la teoría conspirativa del derribo de las Torres Gemelas y el atentado contra el edificio del Pentágono, el 11 de septiembre de 2001, a manos de un comando suicida compuesto por once fanáticos musulmanes capaces de hacerse con el control de tres aviones de línea y maniobrarlos hasta hacerlos estallar contra los objetivos citados. 
En el interés por sumar nuevas evidencias que desenmascaran la sarta de groseras mentiras propagadas por las autoridades de EEUU y sus grandes multimedios globales hasta el día de hoy, y a resulta de las cuales el mundo ha sufrido once años de dramáticas consecuencias geopolíticas, les propongo este minucioso examen desde la curiosa óptica de un individuo donde confluyen las dispares dotes de piloto de aviación y bloguero:

Por Yevgueni Netyksa 


Ya pasaron más de diez años de la tragedia del 11 de septiembre del 2001 y hoy es un día ideal para analizar un poco lo que pasó. Pero no vamos a hablar de política mundial o de la situación del Medio Oriente: te propongo ver un poco qué fue lo que pasó desde un punto de vista más cercano a la aviación. 
Hay gente que todavía sigue creyendo que un grupo de terroristas árabes sin más, sin entrenamiento y sin experiencia, se hizo con el control de tres aviones comerciales e hicieron una aproximación ejemplar hacia las torres gemelas en Nueva York y hacia el Pentágono en Washington. 

A ver, empecemos por el principio. El Boeing 767 es un avión de larga distancia que puede llevar a más de 250 pasajeros. Te imaginarás que estamos hablando de una nave pesada y compleja. Pilotar un 767 no es una broma, y los pilotos en general son gente de mucha experiencia, lo mejor de lo mejor. El 757 es un poco mas chico, pero es de la misma ‘familia’, ya que tiene sistemas similares a los del 767 y la cabina es casi idéntica. 

¿Qué es lo que supuestamente pasó, según la versión oficial? En primer lugar que dos 767 de ‘American Airlines’ y ‘United Airlines’ secuestrados por los terroristas chocaron contra las 
torres gemelas casi simultáneamente. Lo interesante es que en ambos casos los aviones se aproximaban a gran velocidad y a poca altura, lo que hace muy difícil maniobrar con precisión. Mirémoslo desde otro ángulo: ¿Qué es mas difícil: entrar en un garaje a 5 kilómetros por hora o a 50? Aparte tengamos en cuenta que un avión pesado es muy inerte y es sencillamente imposible mover sin más el timón y dirigirlo contra un edificio. En ciertos casos, hasta para un piloto puede llegar a ser complicado alinear el avión con la pista. Atención: piloto… a 250-300 kilómetros por hora… con el uso de instrumentos… con años de experiencia… Si encima tenemos en cuenta que probablemente había viento que empujaba la nave de costado… ¿Se nos hace un poco difícil, no? 
Bueno, otro grupo de árabes usurpó un 757 de ‘American Airlines’ y lo estrelló contra el Pentágono. El avión venía descendiendo sin flaps, sin slats, sin frenos de aire y sin tren de 
aterrizaje: o sea, que hasta con potencia mínima de los motores venía muy rápido. Una aceleración así complica todavía más el descenso, ya que eso aumenta la sustentación del avión. Cualquier 
avión cuenta con una estabilidad tal que, al perder velocidad, el mismo va tratar de descender para acelerarse y al revés: cuando la velocidad es muy alta la nave tiende a ascender para frenarse y mantener los parámetros constantes. Aparte de eso, al acercarse a tierra la 
sustentación bajo el ala crece, y si no disminuye la velocidad hasta un cierto valor, el avión 
simplemente va empezar a tomar altura. Lo que quiero decir es que me parece muy difícil que una 
persona sin experiencia pueda hacer lo que nos hacen creer. Nuevamente, hay que ser muy buen 
piloto para pegarle justito en el medio de la pared volando a una velocidad tan grande. 
Otro detalle curioso es que después del choque no quedó nada: en general los motores, las ruedas, 
el estabilizador y partes del ala quedan intactas por fuerte que fuera el golpe. 


Estos son los restos de un DC-10 que cayó desde 3.000 metros de altura en 1974. El golpe fue 
tremendamente fuerte pero, sin embargo, se ven algunos detalles de la nave.  (foto superior)


Esto es lo que quedó del 757 que se estrelló contra el Pentágono. ¿Notas la diferencia? 
Yo ya ni siquiera me pregunto como hace una persona sin experiencia de vuelos en aviones comerciales para orientarse en el espacio, ubicar los controles en cabina y apuntarle a un blanco tan lejano y relativamente chico con tanta precisión. Hasta con entrenamiento teórico previo, una persona se pierde en la cabina real volando a 800 kilómetros por hora. Tampoco me pregunto qué estuvieron haciendo durante casi media hora los oficiales de la Fuerza Aérea después del primer ataque en Nueva York… 
No. Es imposible. ¿O mentira? 
Yo no soy la persona indicada para decir qué es lo que pasó y por qué pasó. No dispongo de toda la 
información necesaria para sacar conclusiones. Pero sí puedo asegurarte que nos están tratando como tontos, y todo lo que pasó el 11 de septiembre es una gran mentira. 

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. Además hay muchísimas más cosas curiosas, como la caída a propósito de las torres desde dentro o la muerte de Bin Laden hace bastante tiempo, y no en 2011 como dijo Obama. Vamos, que nos manipulan como quieren. Pero si investigamos a fondo, no. La gente por mantenerse el poder vende hasta su madre. Con el 11-M ocurre lo mismo, todavía hay gente que piense que ha sido ETA, o Al-Qaeda... no señores no, reflexionen un poco, y aten cabos...

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