Mascota Resucitada

Esta historia ocurrió en una urbanización de un barrio residencial en las afueras de Pittsburg (Pennsylvania).

La protagonista de nuestro relato vive en un chalé, cuya vecina de al lado poseía un loro que estaba todo el día molestando con sus gritos y silbidos, y encima la familia propietaria le reía las gracias porque era muy divertido y curioso que el puñetero lorito hablara.

El caso es que un buen día, la protagonista de la historia se encontró con que su perro traía en la boca el dichoso loro. Muerto, claro, que es cuando se dio realmente cuenta de que era un buen día. Recriminó al perro su fea acción, pero tras darle unas galletitas de premio, pensó que a la vecina no iba a hacerle mucha gracia la noticia.

No sabiendo como explicárselo, no se le ocurrió otra cosa que saltar la tapia que separaba ambos chalés y volver a meter al fiambre de loro dentro de su jaula, que colgaba vacía de la pared de su amiga.

Al llegar su vecina a casa después de unos días se dirigió a ella con aire apesadumbrado. -Vecina, estoy asustadísima. -¿Y eso?, inquirió la protagonista... -Es que, fíjate, la semana pasada se me murió mi pobre lorito, y lo enterramos al lado de aquel árbol... Y hoy llego y ...¡Ahí está otra vez, tieso en su jaula!.



Una broma le costó 15 años de prisión

Una estúpida y macabra broma dirigida a su esposa terminó en una condena de quince años en una prisión federal.

Jeffrey Price Barber de cuarenta y cuatro años urdió una broma en Charlotte, Estados Unidos: se llenó a sí mismo de ketchup, hizo un disparo al aire con su rifle calibre .22 y se tiró en el piso del dormitorio. Su esposa, trás escuchar el diparo se dirigió desesperada a la habitación y al ver a su marido "muerto" llamó al 911.

La policía y la ambulancia atendieron de inmediato. Al llegar, un asistente del comisario encontró el rifle y la munición detonada. El problema fue que Barber tenía prohibida la posesión de armas de fuego por anteriores condenas por crímenes violentos. Esto suscitó que la oficina del fiscal del condado iniciara un juicio por esta violación. La falta es considerada como "muy grave".

El hecho de haber sido encontrado en posesión de un rifle .22 generó una investigación que reveló que Barber tenía en su domicilio muchas otras armas de guerra con sus respectivas municiones. La Corte Federal de Columbia lo sentenció por ello a 15 años de prisión.



Teléfono gratuito para que se entreguen espías

El País (16/09/2000) - EFE, Moscú

El antiguo KG13, hoy Servicio Federal de Seguridad (FSB), encabezado por Nikolái Pátrushev, acaba de anunciar un nuevo número de teléfono para que se entreguen los ciudadanos rusos que espíen en Rusia para servicios secretos occidentales.

En un comunicado, el FS13 promete "garantizar el absoluto anonimato y la seguridad personal" a los que se decidan a llamar al "teléfono de confianza".

EL FS13 de Rusia considera necesario recordar, a los sinceramente arrepentidos y decididos a renunciar a la protección de los servicios secretos extranjeros, la posible exoneración de las responsabilidades penales", añade. Según la ley, los acusados de traición a la patria, espionaje o intento de usurpación violenta del poder pueden ser liberados de esos cargos si voluntariamente y con antelación se entregan a las autoridades y si se evita el delito.

De acuerdo con la versión oficial, el anuncio coincide con recientes avisos en el sentido de que los servicios secretos occidentales intensifican sus actividades en Rusia. Una recién abierta página de Internet, bajo la dirección www.agentura.ru, explica a los profanos el arte del espionaje, relata las historias de los espías más famosos y busca contactos con los interesados en este tema en otros países del mundo.



Obligados a comerse moscas de los platos de sopa

El Correo (14/10/2000)

Los responsables de un hotel de la ciudad de Harbin han establecido esta norma para que el personal preste más atención a su trabajo

EFE, Pekín
Un cocinero de un hotel de la ciudad de Harbin, en el noreste de China, se vio obligado a comer una mosca encontrada en el plato de un cliente para salvar su puesto de trabajo, según infornió ayer el "Diario de Harbin". Este extraño suceso se produjo cuando los ciudadanos Huang Wei y Chenli Hong decidieron ir a comer al hotel Toronto y, en pleno almuerzo, descubrieron la presencia del insecto en un plato de sopa. Los clientes protestaron ante el gerente del establecimiento, quien llamó al cocinero -Zhang Zong Bao- y le pidió explicaciones sobre cómo había llegado la mosca al Plato. Zbang observó el insecto, lo cogió con sus dedos y se lo comió ante la sorpresa de los clientes, que en desagravio fueron invitados a degustar el mejor menú de la casa. Sin embargo, la actitud del cocinero no causó extrañeza entre el resto de personal ni entre los responsables del hotel, ya que al parecer los trabajadores del Toronto están acostumbrados a "tragarse" los insectos cuando se despistan y uno de ellos acaba en alguno de los platos del menú. Uno de los camareros confirmó la noticia al periodista que acudió expresamente al local para confirmar la veracidad de los hechos. El empleado, quien pidió que se respetara su identidad, aseguró al informador que casos como el de la mosca eran frecuentes en el restaurante y que el personal debía comerse los insectos si no quería perder su puesto de trabajo.