viernes, 27 de abril de 2012

Capítulo 3, Memorias de Sarah

Aquí os dejamos el capítulo 3, sentimos el pequeño retraso. Esperamos que os guste.
El twitter de la autora: @Cristina_1497
El twitter de la historia: @MemoriasDeSarah
El ask de la escritora: Cristinaescritora
(Avisando, no adelantara acontecimientos) xD
Capítulo 3



Un sonido muy fuerte se escuchó por toda la escuela de hechicería. Sarah se levantó de un salto, sin asustarse. Era el sonido de la campana, que ya la estaba avisando. Se vistió con los ropajes que Mark y Rebecca le habían proporcionado. Se trataba de una blusa bastante ajustada, aunque sin botones, y de una especie de pantalón, bastante ajustado, pero que no desentonaba nada con aquellas botas altas y que resultaba cómodo para moverse. Se colocó la capa negra característica de Jalima, por encima de los hombros. A los pocos segundos de haberse arreglado, llamaron a la puerta.

-Adelante, dijo Sarah.

-Hola, Mark nos ha mandado a buscarte- chillaron Isabella, Mireya y Alex.

-Ah vale, pues vamos, dijo Sarah sonriendo.

Los cuatro fueron a la sala de prácticas. Allí estaban Mark, Rebecca y dos chicas que jamás habían visto. Rebecca comenzó a hablar:

-Hola, bienvenidos a Jalima. Ninguno de vosotros ha dado nunca antes clases de magia, pero los cuatro habéis realizado unos encantamientos asombrosos, que ponen de manifiesto que la magia corre por vuestra venas. Alex de control de la tierra, Mireya y Isabella, de control del fuego y Sarah, de control del agua. Antes de comenzar a usar la magia, debéis preparaos física y mentalmente. Por lo que ahora iréis con Patt a iniciaros en el arte de las armas, y después, por la tarde, practicareis las defensas de la mente junto a Clare. –dijo Rebecca.

Salieron de la sala de prácticas, y tras cruzar un gran pasillo y bajar unas escaleras, llegaron a un patio interior, era el patio de armas. A los lados se podían ver varios toneles llenos de espadas de madera, arcos y flechas sin punta. Al fondo se veían unas dianas. Patt, lucía un cabello moreno con reflejos dorados. Sus ojos azules escondían la fortaleza de su alma, seguramente por situaciones vividas en el pasado. Era de complexión fuerte y fibrosa, lo que para nada hacía su figura robusta, sino más bien todo lo contrario. Llevaba unas botas altas y unos pantalones, que aun siendo masculinos, la hacían esbelta. En sus caderas colgaba un cinturón fabricado por ella misma. Que sujetaba una pequeña daga y unos pequeños bolsillos. A su espalda se veía una espada y un arco con flechas.  Patt se giró y miró a cada uno de sus alumnos a los ojos. 

-Esta es quizá una de las clases más importantes que daréis a lo largo de vuestro aprendizaje. Si no aprendéis a defenderos físicamente y vuestras defensas mágicas se ven mermadas supondrá vuestra condena a una muerte segura. Regla número 1: Siempre que podáis; huid, aunque os parezca de cobardes. Nada de hacerse los valientes. Ahora os voy a enseñar a manejar la espada en caso de que no tengáis oportunidad de huir.-dijo Patt con voz ronca al final a causa de su largo discurso.

Después les entregó a cada uno una espada de madera para entrenar y comenzó a explicarles el primer movimiento que debían aprender. 

-Antes de comenzar un combate, los combatientes deben colocar sus espadas delante de ellos mismo un poco dobladas hacia delante. Después se estudia al contrincante para saber cuál de los dos empieza primero. Colocaros por parejas y probad- ordenó Patt.

Isabella y Sarah se pusieron juntas y Mireya y Alex también se colocaron juntos; Una persona de cada pareja se colocó enfrente del otro. Realizaron lo que Patt les había pedido. Isabella y Sarah pusieron las espadas a la perfección a la primera, pero Mireya y Alex al no haber atendido a Patt no realizaron correctamente el ejercicio. Patt los regañó y les pidió que lo volvieran a intentar mientras Sarah y Isabella comenzaba a intercambiar los primeros golpes con sus espadas de madera. Finalmente Mireya y Alex consiguieron colocar las espadas correctamente y Patt dio por terminada la clase. Por lo menos ya todos saben cómo colocar la espada y Isabella y Sarah ya saben intercambiar algunos golpes -pensó Patt 

Todos tomaron el almuerzo riéndose, sobre todo hubo carcajadas entre Sarah y Mark, que pese a la diferencia de edad, Mark tenía 19 y Sarah 14, se les veía bastante cómplices; amigos de verdad. Se notaba a distancia que se llevaban muy bien. Terminó el almuerzo y los alumnos de la escuela se dirigieron a la sala de prácticas, donde Clare les esperaba.

Empezó la sesión metal con Clare. Les hizo concentrarse en una imagen que les gustase mucho y que solo pensasen en eso. Comenzó a introducirse en sus mentes para probar sus defensas.

Para Sarah y Isabella esa clase se convirtió en la pesadilla que más odiaban. Ellas preferían atacar con una espada. Era muchísimo más elegante. Tuvieron que aguantar cuatro horas luchando para proteger su mente de Clare, que no cesaba de atacarles. Por otra parte Mireya y Alex parecían estar disfrutando de las luchas mentales, ya que les parecía más efectivo en una pelea que saber usar una espada.

Terminó el trabajo de ese día, Absolutamente agotador. Cada uno se fue a su habitación para descansar un poco. Sarah, se echó encima de su cama y comenzó a pensar en los pobladores de la escuela. Los chicos; Mark y Alex y las chicas; Isabella, Mireya, Rebecca, Patt y Clare. Mark era un chico fantástico, muy simpático y gracioso;  era un poco más aburrido y apenas había hablado con él, pero seguramente sería un chico simpático; Isabella era una chica que tenía un carácter muy parecido al suyo, por eso sabía que iban a ser grandes amigas; Mireya era muy parecida a Alex, una chica poco habladora y muy trabajadora; de las demás solo eran sus profesoras y ella su aprendiz así que no tenía ninguna opinión precisa sobre ellas. 

Se escuchó un golpe de nudillos que sacó a Sarah de sus pensamientos. Sarah pidió a quien estuviese en su puerta que pasara.

-Hola Sarah.-dijo Sokka.

-Hola, ¿qué pasa?- preguntó Sarah

-¡Qué pasa! No te mereces pertenecer a esta escuela, no mereces un puesto aquí. Solo eres una pobre criada que hace lo que puede por sobrevivir. No eres digna de estudiar magia.-dijo Sokka sin darse cuenta del efecto que sus palabras habían causado sobre Sarah.

-¡Fuera de mi habitación!-gritó Sarah, intentando detener las lágrimas que afloraban por sus ojos.

Sokka se fue con la cabeza bien alta demostrando que estaba orgulloso de sus palabras. En ese instante el objeto extraño que Mark le había entregado a Sarah comenzó a emitir pitidos avisando a Sarah que la hora de cenar se avecinaba. Cuando salió por la puerta pudo comprobar que todos los alumnos y profesores bajaban hacia el comedor.

La cena transcurrió un poco agitada, ya que todos los presentes se dieron cuenta de la tensión existente entre Sokka y Sarah, nadie preguntó nada, todos respetaron su intimidad. Todos cenaron una deliciosa cena que estaba compuesta por tres platos: Un poco de caldo; de segundo, pollo con arroz y de postre, fruta.

Sarah terminó de llenar su estómago y subió a acostarse a su cuarto. Aquel día había sido realmente extenuante.

Bueno esperamos que hayais disfrutado del capítulo

2 comentarios:

  1. Me encanta! Quiero el siguiente, por favor...Me puedes avisar por twitter.

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