martes, 30 de octubre de 2012

El 'narco' que se cambió las huellas por las de los pies asegura que fue 'por accidente'




El narcotraficante que estuvo 12 años prófugo y que se cambió las huellas dactilares por las de los pies, Francisco Javier Martínez San Millán, alías "El Franky", ha asegurado a un tribunal de Alicante que la alteración fue por "un accidente laboral", al aplastarse los dedos con una prensa.
"El Franky" ha prestado este lunes declaración ante la sección primera de la Audiencia de Alicante en relación a un supuesto blanqueo de capitales, por los que la fiscalía pide 6 años de prisión y una multa de 4.211.901 euros al creer que entre 1994 y 2006 vivió opulentamente y huido con las ganancias del narcotráfico.
El "narco", que cumple más de 42 años de cárcel por su implicación en las operaciones "Nécora", "Temple" y "Tapia de Casariego" (Asturias), fue detenido en agosto de 2006 al salir de una lujosa mansión dePedreguer (Alicante), en compañía de sus dos hijos entonces menores, sus padres y su ex mujer, también procesada junto a varios colaboradores más.
En el momento del arresto, "El Franky", de 49 años y con el rostro ligeramente cambiado por cirugía estética, no opuso resistencia y exclamó a los agentes del grupo de fugitivos de la Policía Nacional: "Se me acabó la vida de lujo que llevaba".
Preguntado por el fiscal por el cambio de huellas dactilares, ha sostenido que cuando era prófugo le dieron trabajo "en una empresa de La Mancha", la cual no ha querido especificar, para hacerle "un favor" porque sabían de su complicada situación.
Accidente laboral
Allí y en circunstancias que tampoco ha aclarado, ha indicado que sufrió un "accidente laboral" cuando una prensa hidráulica le aplastó y deformó dos dedos, por lo que, según ha insistido, él nunca tuvo la intención de alterarse las huellas dactilares.
Ha negado que haya manejado dinero de las drogas porque tanto en la operación Nécora como Temple y la de Asturias se interceptó la cocaína antes de su venta, y no se llegó a ganar dinero.
"No he blanqueado dinero porque para hacerlo tendría que tenerlo, y si tuviera esas cantidades no estaría en España: No he dado dinero a mi ex mujer o a mis hijos", ha reiterado al tribunal.
Sobre el chalet de 12.000 metros cuadrados de Pedreguer donde fue detenido, al que la fiscalía le atribuye la propiedad a través de terceros y que en estos momentos es un centro para enfermos mentales, "El Franky" ha sostenido que se la había prestado sin contraprestación un amigo para unos días al creer que era "segura", y ha continuado que el coche que conducía y otros más de lujo también eran de otras personas.
Ha rechazado que la documentación económica y sobre varias sociedades hallada en una de las habitaciones de la mansión fuera suya, y ha justificado su negativa a realizar una prueba caligráfica en que ésta no le ofrece garantías jurídicas.
También ha relatado que el carné del DNI que le acreditaba falsamente como el piloto de aviones Gustavo Adolfo Rey Fernández había sido "un regalo" de una novia reciente, que le dio la documentación.
Juicio
En este juicio que durará tres días también ha declarado la ex mujer y madre de los dos hijos del "narco", María Isabel G.D., que ha rechazado que sus cinco propiedades inmobiliarias hayan sido pagadas por "El Franky".
Según su relato, cuando se casó trabajaba en una droguería de Pontevedra y sus cinco propiedades posteriores son fruto de sus sueldos y de 289.000 euros (48 millones de las antiguas pesetas) que ganó con un décimo y cinco papeletas de un bar agraciadas con elsegundo premio de la Lotería de Navidad de 1998.
Además, ha indicado que sus dos hijos en común con "El Franky" (tiene un tercero de otra relación posterior) sólo han visto a su padre en cuatro ocasiones desde 1994 y que, aparte de esos momentos, "de él no sabía absolutamente nada".
Además de la finca de Pedreguer, el fiscal atribuye al "narco" otras propiedades, como en Vilaseca-Salou y Reus (Tarragona), para lo cual cree que le ayudaron su exposa y los otros tres colaboradores que se sientan en el banquillo, para los que se piden cuatro años de cárcel y multas, la más alta para María Isabel G.D., de 600.000 euros.
Fuente: www.elmundo.es

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