jueves, 12 de abril de 2012

ENTREVISTA A ANDREU BUENAFUENTE


FUENTE:-EL PAIS-

Andreu Buenafuente se tomó casi un año para pensar y ver después de su periodo en La Sexta,  se dedicó a estudiar qué hacer en el futuro. Ya se sabe. Hará a partir de abril,en prime time  para antena 3, que acaba de fusionarse con su antigua casa, La Sexta.
Pregunta. ¿Qué va a hacer?
Respuesta. Tengo un problema porque debo decir que “lo de siempre” y me parece poco atractivo, pero es así. Se trata de hacer lo que sé hacer, comedia, quizá más concentrada, más estilizada, para un gran público.
P. ¿En qué pondrá énfasis?
R. He tenido bastante tiempo para pensar y creo que los cómicos deben pensar lo justo. La realidad es amarga y no puedes dejar que se filtre en tu ideario humorístico, en tu expresión. Así que es un difícil aunque apasionante equilibrio entre divertir riéndote de los fallos del sistema, pero también entrando en otros campos de la comedia no tan crudos. En el fondo se trata de escuchar a lo que te pide el cuerpo y enfocarlo por ahí con la complicidad de tus compañeros.
P. ¿El mismo equipo?
R. Es como el fútbol. Ahora estamos hablando de qué tipo de juego vamos a perfilar. Tengo ganas de seguir con muchos de los míos aunque renuevo bastante la parte de guión y afianzo la colaboración con Berto, que va a ser codirector conmigo. Lo he “ascendido”, como se hacía antes en las empresas.
P. Como Guardiola con Pedrito o Cuenca.
R. Exacto. Berto ya está preparadísimo para la Champions. Además, la complicidad entre nosotros es muy útil y muy bonita. Voy a ir templando y a la vez buscando jugadores. Siempre ando buscando gente que me aporte algo nuevo y, desde ahora hasta que empiece el programa, el despacho está abierto.
P. ¿Se va a notar el cambio de La Sexta a Antena3?
R. Creo que no. Siempre he podido expresarme como he querido, es casi mi patrimonio. Ése y el cariño del público. En TV3 rompimos muchos moldes, en el primer arranque de Antena3 trabajamos con mucha libertad, en La Sexta mi posición desde Barcelona me permitía una especie de limbo humorístico en el que los dueños éramos nosotros y nuestro sentido común. Y así seguiremos. Antena3 sabe a quien contrata y lo que supone. No tengo que defender nada, si lo hubiera hecho no habría sido yo y por tanto no me habrían contratado.
P. Decía antes que los cómicos deben pensar lo justo.
R. Digo en voz alta “pensar lo justo” casi como una autoterapia porque por formación --o deformación-- me interesa mucho todo lo que pasa. En estos momentos se dan la excesiva crudeza de la realidad y la bulimia informativa. Esto provoca como una gran bola de nieve de datos y de cabreo que pueden arrastrarte y dar de ti una faceta un poco agria. Yo intento saber lo que pasa pero me guardo una parcela de ingenuidad para interpretarla. La gente me está pidiendo alegría en su estado más puro. Me dicen: “¡Oye, qué bien que vuelvas porque me voy a reír!” Hay que buscar la alegría sin sobrecargarla de ese sarcasmo que ya tenemos todos muy integrado.
P. ¿Cómo ha visto el medio ahora?
R. Lo veo en paralelo a cualquier otra industria de este país. Se empobrece económicamente, lo que lleva parejo un empobrecimiento artístico y a menos producciones. Como se dice en el sector, estamos ante un cambio de modelo de negocio, han desaparecido 1.000 millones de publicidad y lo más probable es que no vuelvan. No soy nadie para quejarme porque me acaban de contratar para hacer un programa con muy buenos medios. Así que, intento aislarme un poco del problema y concentrarme en lo mío. La verdad es que ahora soy un poco más egoísta que antes. Yo, a lo mío.
P. Decía también que la gente le está pidiendo alegría.
R. Hay que rebuscar bastante pero está por ahí. La alegría que subyace en la inquebrantable capacidad humorística de los españoles, ese humor negro hispano, ese sarcasmo sigue ahí. Ayer me dice un tío: “Sé 30 chistes sobre Urdangarín”. Me contó sólo uno. Esto está muy bien porque está tambaleándose todo el escenario, están cayendo los decorados pero nosotros somos así y debemos velar por proteger esa identidad sarcástica, irónica, cachonda española. La gente es lo mejor. Es lo mejor que descubrí y lo confirmo día a día.
P. Va a seguir desde Barcelona.
R. Sí. Sigo luchando porque me den la Creu de Sant Jordi a los 80 años. (risas)
P. El programa empezará en abril, ¿cómo se va a llamar?
R. Ya no creemos en los títulos. Nuestro equipo considera que los títulos son un artificio porque al final la gente dice “el programa de Buenafuente”. Eso ha disparado mi ego a niveles estratosféricos y ahora no sabemos cómo bajar de ahí. Creo que le llamaremos Buenafuente… También es un homenaje a un tío-abuelo mío que no hace muchos años me cogió en un aparte y me dijo: “A ningún Buenafuente la ha ido bien en los negocios” (risas). El título es como una especie de orgullo y reivindicación del apellido. Así empezó. El hombre quizá no era un Nostradamus porque no vio la crisis.

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