sábado, 1 de septiembre de 2012

CASO RUTH Y JOSÉ: JOSÉ BRETON ACTUÓ SOLO




¿Actuó solo José Bretón o contó con algún cómplice para cometer el supuesto crimen que se le imputa? La Policía Judicial no descarta ninguna hipótesis, pero está convencida de que Bretón planificó cuidadosamente todas sus acciones y las ejecutó sin contar con la ayuda de nadie, de la misma manera que siempre estuvo convencida de que los niños Ruth y José en ningún momento salieron de la finca de Las Quemadillas. De ahí su insistencia en rastrear palmo a palmo la finca hasta hallar algún indicio. 
El comisario de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta, Serafín Castro, aseguró que la familia de Bretón fue investigada pero «no se ha constatado que estuviera al tanto de nada, no hay ningún indicio que lleve a pensar que los familiares sabían algo». 
El paleontólogo José María Bermúdez de Castro, autor de uno de los informes forenses que confirman que los restos hallados en Las Quemadillas son de un niño de 6,22 años de edad, también aseguró que no hay ningún indicio que pueda incriminar a otras personas. De haberlo encontrado durante estos once meses de investigación, «la Policía lo hubiera detenido de oficio o el juez hubiera ordenado su detención, pero a día de hoy no existe absolutamente nada».
Y es que un maltratador actúa siempre solo. «Habitualmente cometen sus acciones en solitario y lo único que pueden hacer es haber compartido su intencionalidad con alguna persona cercana en busca de apoyo, aunque nunca especifican que van a cometer un crimen», explica Miguel Lorente, médico forense y profesor de Medicina Legal de la Universidad de Granada.
Se trata de «un crimen moral con el que Bretón pretende quedar por encima de su mujer. Piensa que ella se puede haber separado de él, pero esa acción la va a pagar cara», añade.
En definitiva, «no matan para obtener nada material». Después de cometida la acción, el 75 por ciento de los maltratadores se entregan voluntariamente a las autoridades y un 17 por ciento se suicida tras el crimen o pasado algún tiempo. «Éstos son los que se encuentran más integrados en la sociedad y quienes, conscientes de lo que han hecho, no queren el reproche de su entorno», explica el forense. 
Luego hay un pequeño porcentaje, que representa el 7 o el 8 por ciento de los maltratadores, que ni se entrega ni se suicida, sino que comete «acciones extrañas como hacer desaparecer el cadáver, o tratar de huir para no ser localizado por la Policía o incluso contratar un sicario para matar a su propia mujer, como ocurrió el pasado 18 de agosto cuando un hombre encargó a un sicario que acabara con la vida de su mujer arrojándole un potente ácido». En este tercer grupo podríamos encuadrar a José Bretón, añade Lorente, que «no es ningún trastornado mental, sino que ha planificado con mucha coherencia y premeditación todas sus acciones». El momento en el que cometen el asesinato «es aquel en el que piensan que no hay retorno de su pareja». La psicóloga Pilar Enjamio asegura que «sólo existe en él una obsesión: su ex mujer, volver con ella a costa de lo que sea. Es tal la magnitud de su trastorno obsesivo que puede llegar a matar a sus propios hijos para convertirse en un héroe para su amada ayudando en la búsqueda con una frialdad espeluznante. Todo vale, ya sea lícito o no, éticamente correcto o incorrecto».
Para Enjamio, «Bretón pretende ser un héroe de leyenda en la propia historia que se ha creado, en la que él es el protagonista y los demás son actores secundarios, marionetas que él mueve a su antojo». La familia materna de Ruth y José también ha estado convencida desde el primer momento de que «los celos y la venganza» son el único móvil que llevó a su padre a hacer desaparecer a los niños el 8 de octubre de 2011, tal y como comentaron.
Vida carcelaria «normal»
A la espera de los informes definitivos encargados por el juez al Instituto Nacional de Toxicología y al Instituto Forense de Santiago de Compostela, José Bretón sigue llevando la misma vida carcelaria de siempre, como si nada de lo que se está hablando durante estos días tuviera alguna relación con él. Fuentes penitenciarias aseguraron que Bretón no está recibiendo ningún tipo de presión por parte de ningún preso, en contra de lo que se está divulgando. De hecho, se encuentra aislado para evitar agresiones de otros presos que ven con malos ojos a los reclusos acusados de maltrato o violación.
También se le ha aplicado el protocolo antisuicidio y medidas de protección.
Protección policial para la familia
Desde que se conoció la noticia de que los huesos encontrados en la finca son humanos, el acoso a la familia se ha incrementado. Catalina, la hermana de Bretón, es la que más ha sufrido la ira de los vecinos de Córdoba. El pasado lunes, un grupo de personas se acercó hasta su casa y comenzó a proferir insultos y a llamarla «asesina». Frente al domicilio, se ha instalado un santuario con velas, imágenes de los niños y dos alas de ángeles. Los padres tampoco salen de su casa, que ha sido bombardeada con huevos y en la que han pintado el símbolo del anticristo.
Fuente: www.larazon.es


Dirección Todo Noticias TN

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